Travesura de Miedo

   Acá les pongo una anécdota de alguien muy cercano a mi, aunque modifique un poco la trama y los nombres, bueno lo importante es lo que se cuenta.
   Todos los días Don Neto tenia que atravesar el panteón que, con un  extenso terreno, es el mas antiguo y lleno de leyendas e historias de fantasmas. Eso se decía del lugar, por eso nadie se aventuraba a cruzarlo y menos de madrugada.
   Bueno casi nadie, menos Don Neto que cada noche al filo de las 12 de la madrugada, saliendo del bar donde pasaba a tomar su tequila, salia rumbo a su casa que quedaba al final del panteón. Don Neto era un señor de carácter recio, no tan mayor, de complexion media, y originario de Oaxaca, siempre de traje aunque en su trabajo usaba un deslavado overol junto con sus zapatos de trabajo, y con su peinado a la "brush" que cubría en las noches con una boina gallega para el sereno. Siempre se jactaba de tener los nervios templados y no tener miedo a nada ni a nadie aunque siempre cargaba consigo  una pequeña pistola, para lo que se ofrezca y se burlaba de aquellos quienes no se aventuraban más noche por el rumbo del panteón.
   En cierta ocasión tal parece que el destino le quizo cobrar esas burlas que hacia a sus amigos. Saliendo un poco mas de las 12 de la noche como acostumbraba y tambaleándose mas de la cuenta, se encamino rumbo a su casa, que quedaba exactamente al final del panteón.
   Apenas se adentro en los terrenos solitarios del camposanto, empezó a sentirse un aire frio y constante,  y noto que alguien venia hacia el, por lo que se hizo a un lado para que pasara ya que el camino era estrecho. Pero al hacerse a un lado, la sombre también se movia hacia ese mismo lado, si se volvía  a mover la sombre igual.
   Don Neto no se molesto ya que creyendo que era alguno de sus amigos le dice:
     -Vamos hombre, deja pasar que ya estoy por llegar a mi casa, mañana nos vemos.
   Pero Don Neto mismo no podía distinguir quien era ni si quiera si era alguna persona solo una sombra que veía y que a donde se moviera el se movia.
   Pero volvió a comentar esta ves ya molesto:
     - Carajo, amigo, ya dejate de juegos que tengo que llegar.
   Al parecer la persona o ser le hizo caso y se fue, o desapareció, y Don Neto siguió caminando rumbo a su casa, pero extrañado que ni siquiera le ofrecieran una disculpa por parte de "quiensabequien" por haberlo retrasado. Y el viento seguía silbando entre los arboles.
   Ya estaba a la mitad de camino cuando de repente noto, nuevamente, la sombra que parecía que lo retaba a moverse, pero esta vez no pregunto ni dijo nada solo pego carrera, sin importar si esta ves quitaba o tumbaba a quien fuese, sin parar hasta su casa. Llegó casi blanco su color moreno casi no se notaba, y espero a que le llegara el alma al cuerpo y de repente soltó en carcajadas notando que de su boina gallega colgaban unos hilos que debió cortalos hace tiempo.
   Hay veces que el miedo que tenemos es mas grande que lo que lo provoca..... Apoco no???